La sala Mauro Muriedas acogerá el regreso expositivo de Pilar Cossío. Guillermo Balbona. 2007

La sala Mauro Muriedas acogerá el regreso expositivo de Pilar Cossío
‘Vorágine’, que se inaugura el día 27, está integrada por fotomontajes e instalaciones de la artista santanderina Cierra un año de comparecencias en espacios de Santander, Francia e Italia
GUILLERMO BALBONA/SANTANDER
La sala Mauro Muriedas acogerá el regreso expositivo de Pilar Cossío
Pilar Cossío junto a una de sus recientes piezas. / A. F.
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FICHA
Exposición de Pilar Cossío.

Producción: Teresa Cuadrado & Asociados arte contemporáneo

Sala: Mauro Muriedas. c/ Pedro Alonso Revuelta nº 5 Torrelavega.

Fechas: desde el día 27 de diciembre al 28 de enero de 2007.

Horario: De martes a viernes de 17 a 21 h. Sábados de 11 a 14 y de 17 a 21 h. Domingos y festivos de 11 a 14 h. Lunes cerrado.

La sala permanecerá cerrada los días 31 de diciembre y 1 de enero.

Su capacidad poética ha crecido en serenidad y en iconografía personal. Y los viajes numerosos que poblaron las exposiciones de su proyección como artista son ahora estaciones de un periplo interior que la creadora santanderina comparte de nuevo con el público cántabro. La santanderina Pilar Cossío regresa la próxima semana a la temporada artística de Cantabria con la muestra ‘Vorágine’ que reúne sus últimas creaciones.

Un conjunto de fotomontajes e instalaciones que han caracterizado su trayectoria reciente donde conviven geografías, huellas de mujer, metáforas de lo femenino y fragmentos de ciudades. La sala Mauro Muriedas de Torrelavega inaugura el próximo miércoles, día 27, esta nueva comparecencia de Cossío, en un espacio que acogerá sus obras y piezas hasta el próximo 28 de enero.

En realidad, la nueva convocatoria cierra todo un ciclo expositivo de Pilar Cossío en su vinculación con Cantabria y su nueva etapa creativa, tras exponer el último año en el Museo de Bellas Artes y en la galería Fernando Silió. Además, su obra ha continuado formando parte de galerías y espacios institucionales de Francia e Italia.

Su propuesta ‘La sal’ certificó el paso por el Museo santanderino de la polifacética creadora cántabra quien, bajo el título de ‘Flor de ciruelo’, reunió también fotomontajes, técnicas mixtas, dibujos y collages unidos por el concepto del renacer constante, del reinventarse continuamente.

Este segundo viaje poético se exhibió en la galería Silió y, este otoño, en la sala parisina Artemisia. En sus obras plenas de luz y color, que sugieren dobles imágenes, siguen presentes las características más marcadas de su exitosa trayectoria: ‘cosmopolitismo, desplazamiento mental por los límites de la memoria y de la propia experiencia personal, e iconos de objetos y universos íntimos…’.

Movimiento y vida

Con destino a su cita en Torrelavega, Javier Hernando Carrasco perfila en un texto ahora editado las señas de identidad de la creatividad más cercana en el tiempo de Pilar Cossío. Recuerda que «en su arte todo se mueve sin tregua», tal como destacó el crítico Daniel Soutif, «como si sólo este movimiento continuo pudiese darle el nacimiento y la vida».

La artista cántabra, que en los últimos años ha expuesto también sus trabajos ‘Coin d’air’, en la Galerie Weiller, de París y en la Abbazia di Spineto, en Italia, posee tanto en las instalaciones como en sus dibujos y en sus fotomontajes, «un rastro de dinamismo que recorre cada una de sus composiciones. Particularmente significativos resultan los últimos, dominantes en su producción en términos cuantitativos».

En estos fotomontajes está ausente la retórica. Domina por el contrario -explica Javier Hernando- «un rigor compositivo, una lógica inapelable en las yuxtaposiciones y sobreimpresiones».

De sus piezas se destaca su profusión de imágenes apropiadas, lo que supone, a juicio del crítico, «insertar valores como el tiempo y por extensión la Historia».

Arquitecturas y objetos artísticos plenamente representativos del pasado europeo se incluyen en sus pbras: «desde la torre Eiffel hasta la Mole Antonelliana, pasando por la Santa Teresa de Bernini, las imágenes rescatadas por Cossío remiten a nuestro elenco cultural, si bien la artista no hace uso de ellas con un sentido metalingüístico, es decir, estas composiciones no tienen como fin reflexionar sobre la producción arquitectónica y artística que nos ha precedido, sino instaurar discursos poéticos acerca de la existencia, de los sentimientos».